¡Buenas y madrileñas noches! En el post de hoy me apetece hablaros de un restaurante gallego que en el último año ha dado un giro de 180º a su estilo de cocina: ATRAPALLADA.
La verdad es que éste no ha sido uno de mis últimos descubrimientos, ya que llevo muchos años yendo con mi familia, pero el cambio brutal que ha dado este establecimiento ha hecho que sin duda se merezca un hueco en mi blog.
Situado en pleno barrio de Embajadores (Paseo de las Acacias), este establecimiento siempre había sido el típico clásico de cocina gallega (buenísima por cierto).
De repente, como hace cosa de un año, decidieron hacer una reforma del local de arriba a abajo, cambiando en consecuencia toda la carta, manteniendo su anterior nombre (Atrapallada) pero apostando por un concepto bastante más moderno y sofisticado.
En cuanto a la decoración, los dueños se han basado en apostar por tonos pasteles y madera, aprovechando además la gran iluminación de luz natural que posee el restaurante debido a su excelente ubicación.
Podría además decir que en cierto modo se observa un estilo retro, con ciertos matices vintage, pero siempre manteniendo una estética elegante y cuidada que le otorga un toque distintivo frente al resto de restaurantes del barrio.
Con respecto al tema comida, aquí nos encontramos tres secciones básicas: Pinchos, raciones para picar y mariscos.
Mi consejo es que pidáis varios pinchos y alguna de las raciones para picar al centro, aunque tened cuidado porque pidiendo demasiado es probable que se dispare la cuenta, ya que no es de los restaurantes más baratos en relación a los que llevo publicando desde que comencé mi blog.
De pinchos, os recomiendo los siguientes: Mini hamburguesa de sepia con pan de su tinta (3€), mini hamburguesa de ternera con mahonesa de lima (3€), brocheta de pulpo a la parrilla (3,50€), huevo de corral con patata confitada y picadillo de jamón (3€) y solomillo de ternera con queso de Arzúa (4,25€).
Si tuviera que quedarme con uno de los pinchos sería sin duda con el de ensaladilla rusa de patata morada con ventresca de bonito (3,90€). Servido de una forma muy original, me gustó muchísimo el detalle de la patata de color morado y su sabor sin duda era espectacular.
Para picar podéis elegir entre las siguientes opciones: Patitas de pulpo de roca a la parrilla con miel de membrillo (16,75€). croquetas de carabineros o queso de tetilla (9€), o tirando de clásico gallego, su lacón o empanada (8€ ambos).
Como todo gallego que se precie, podéis elegir entre una gran variedad de mariscos, como zamburiñas, mejillones, navajas, gamba blanca, gamba terciada, vieiras, etc.
La verdad es que los postres de este sitio son algo caros pero tienen un sabor increíble. Siguiendo un poco mi línea os recomiendo 100% que apostéis o bien por el brownie casero (6€) o el Coulant de chocolate (6€). Ambos vienen servidos con una bola de helado que está riquísima.
También podéis disfrutar de otros muchos postres como el arroz con leche con costra (6€), filloas de crema (5,50€), oblea de manzana (6€), tarta de merengue y chocolate (6€), queso de tetilla con membrillo y nueces (7€), o el sorbete de albariño o al orujo de hierbas (5,50€).
Por último, si aún os queda algo de hueco en el estómago (que lo dudo) o para otro día que os apetezca ir más en plan afterwork, tenéis una amplia selección de cócteles.
De todos los que llevan alcohol me quedaría con el daiquiri gallego (ron blanco u orujo gallego, pulpa de frutas, zumo de limas y sirope de caña de azúcar), o el famoso "chicas malas" (tequila blanco, sirope de mojito mint, sirope de chocolate blanco y rose limonada).
De todos los que no llevan alcohol mi favorito es el "rosiña" (sirope de rosas, puré de plátano, golpe de granadina y zumo de lima). Todos ellos cuestan 7€.
VALORACIÓN:
- Ubicación: 7
- Comida: 8
- Precio: 6
- Relación calidad-precio: 6,5
- Originalidad establecimiento: 7
- Atención al cliente: 8
- Tardanza de la comida: 7
- Ambiente del establecimiento: 8
- Limpieza: 8
Media global: 7,2
UBICACIÓN:
- Paseo de las Acacias, 12.
- Metro Acacias o Embajadores.
